y ... ¿ por qué no?

Persiguiendo sueños acorazados con el paso de los años. Determinando el destino de un vestigio olvidado.

Imitando a grandes delirantes de palabras llenas de sinsentido. Susurrando a los cuatro vientos que las alcachofas tienen un tierno corazón, recordando a Marcel Proust y su magdalena que recupera lo pasado, todos escurrimos de vez en cuando ese superyó que esta presente en nuestros adentros.

Contando pasos, jugando a ser yo, bloqueando pensamientos perniciosos, adulterando el recorrido de la vida con un marcapasos estropeado, buscando el momento de poder contar eso que siempre callo.

Profundidad breve

Dos baños en aguas atlánticas, curada de espanto, derritiendo hasta el mínimo cada segundo de vida, sopesando las palabras. Zapeando sin dar con nada, navegando, tocado y hundido, ¡ qué fastidio! Jugando a contar milongas para pasar el rato, hablando de chorradas varias, buscando las herramientas para arreglar una cabeza como la mía, dando por hecho que no tiene remedio.

Como te digo una cosa te digo la otra,

Intento no contradecirme,

Cargando las pilas,

¡ Qué caradura!

Otro día disfrutando de mi particular forma de ver el mundo, un punto de vista desde la locura y la cordura desenfadada.

Mostrando lo más profundo de mí, un esqueleto deshecho ,CARRETERA Y MANTA, ponme otra Fanta y hasta la próxima vez que se me de por sacar toda esa horchata que llevo dentro.

sentimentos desenfundados

Un trozo de olvido, ese pedazo que siempre esta presente delirando a cada paso. Canciones que tarareo sin parar, liando mis dedos con las teclas del ordenador, dejándome caer por esa cuesta abajo recordando una infancia de vestimentas

llenas de verde, descubriendo rincones ocultos, escuchando que entre un pulmón y otro pulmón el corazón y los congojos están de reunión. Buscando tiempos perdidos en sopas de letras, escribir sobre la arena, bucear para encontrar esa camiseta, coleccionando frascos de sonrisas.

Corazón de bronce y mazapán colgando por la borda, el amargo del pomelo refresca los versos de aquel poema mal escrito , haciendo mezclas en el coco podrido de pensamientos oscuros. La ciudad de cuento se expande para afrontar el éxito, el espantapájaros triste y afligido dice adiós.

Remedios desenfundados, el sol brillando, riéndome de mi estúpida manera de ver el mundo, materializando pensamientos desencajados. Viendo morir estrellas por la calzada, recodando historias de princesas, jugando al disimulo para perder la poco cordura que quedada dentro.

Cosas que me suenan chiste, bailando bajo la luz del día, un lápiz de labios mal puesto en el baño, colirio en los ojos , pegote de rimmel y la copa en la mano, ensañando a los sapos a bailar flamenco, el soldadito marinero, no hay arte sin emoción ni tampoco precisión sin artesanía, aplastando hasta el mínimo resquicio de felicidad, arriba las manos, desvariando un poco más.