Amelie:

Amelie:
"Usted tampoco podría ser una alcachofa porque incluso las hortilizas tienen corazón"

domingo, 4 de septiembre de 2011

UNA Y OTRA = DOS


Una y dos, un dúo, una y otra. Dos reliquias por descubrir tan distintas pero parecidas al tiempo. Unión forjada con una base con buen fundamento que se espesa con cada uno de sus pequeños pasos de gigante.
Dicen de una que es un ángel y de la otra que es un demonio. A veces no se sabe cual es cual, pues a veces el cisne blanco es belcebú y el negro es un ser celestial. Un intercambio de las piezas que componen el puzle de sus vidas.
La mitología está hecha a su medida, no viven en el Olimpo con Zeus y su séquito de dioses pero han luchado contra los más despiadados titanes y salieron triunfantes. No tienen super poderes pero sí montones de cosméticos que dignifican sus imperfecciones. No tienen una misión designada pero la encuentran siempre, buscando nuevas formas de diversión y evasión de sus patéticas vivencias.
Han aprendido la una de la otra y la otra de la una. Han sabido contagiarse la risa, son capaces de sacarse una sonrisa. Con solo una mirada se leen el pensamiento, con un gesto se lo dicen todo y con una palabra, o dos (CRI CRI, FAIL), lo resumen todo.
No son deidades y tampoco pretenden serlo. No son inmortales, pero sus corazones son de bronce macizo aunque sin seguro por daños y perjuicios de aquellos ajenos a su batalla, enemigos íntimos que intentan romper la frágil barrera de mazapán que recubre sus sentimientos.
Conocen a todos los frikis que exhiben sus habilidades al mundo y los imitan. No saben de nada, lo reconocen , pero hablan de todo. No necesitan más que un par de barras de labios de color intenso( mejor si son de MAC, no es que sean exquisitas pero es que quedan mejor y no tienen brillantina de esa...) y algo con lo que reír( esos héroes de cartón que encuentran en YouTube, una anécdota de sus patéticas vidas, una calle, cualquier lugar…).A continuación volar e investigar.
Cuando se juntan nadie puede entenderlas pero cuando se separan tampoco. No son terroríficas pero si convierten todo en un verdadero TERROR.
La otra se lo dijo a la una son técnicamente algo mitológico, hay que ser diferentes para entenderse, pero ahora la una le dice a la otra, los mitos siempre estarán ahí para ser contados y surgirán otros nuevos, puede que sean ciertos o no lo sean , nuestras diferencias acabarán entendiéndose y surgirán algunas nuevas pero siempre tendremos la certeza que los polos opuestos del imán de nuestras neveras siempre estarán unidos, por un camino de Sotomayor a Hilarión; de Coruña a Sevilla y viceversa( o donde quiera que sea).
Una y una son dos ,lo dice la ciencia. Una y otra también son dos ,lo dice la amistad y al igual que la ciencia también cabe el error porque nada es exacto, la perfección está en las pequeñas o grandes hazañas que una haga por entenderse con los demás cuando cree que merece la pena hacerlo.
¿ Quién dijo que las aceitunas verdes y las negras no se podían mirar cara a cara en una ensaladera?

Aquí la prueba:

sábado, 3 de septiembre de 2011

RETALES

Torceduras del destino, evidencias, sal y pimienta. Pompas de jabón que explotan al compás de los pasos de la niña que corre tras ellas y ríe a carcajadas.

Un mapa del tesoro escondido bajo un trozo de baldosa, navegando en un velero, tragando agua y aspirando el frescor del aire. Ralladura de limón para dar un toque de acidez al mundo.

Contando monedas, batiendo el helado de mandarina y nata.


Cosas dulces,cajones llenos de propósitos, escalones altos que sueñan con ser pequeños porque no quieren hacer cosquillas al cielo. No sabemos que está pasando, movimientos leves de cabeza, vamos a no pensar en nada, he perdido los zapatos, no encuentro serrín para llenar los huecos vacíos del cerebro.

 

Estrofas y pedazos de papel esparcidos por la habitación, miradas, suspiros, viajes al presente y al pasado, sin hablar en siete vidas, inquietud, guardarropa, abrazos, zumbidos, derribada y aplastada, interiores externos y exteriores internos, incoherencias y milagros.

 

ACLARANDO EL PANORAMA

Historias de princesas




Siempre le contaban historias de princesas que se rinden al guaperas del príncipe azul pero nunca creyó en ellas, prefería jugar con su muñeca de trapo e imaginar infinidad de aventuras emocionantes. Algo le decía que eso en verdad no existía y que si existiese la ínfima posibilidad no sería ella la que acariciaría el cielo sucumbida ante ese perfecto mortal idealizado.

Seguían empeñándose en hacerle creer que de algún modo u otro, tarde o temprano unas mariposas revolotearían en su estómago, mas ella lo tomaba como una falacia más de tantas otras.

Con el tiempo su muñeca se convirtió en harapos de colores. Intentaron cambiársela por una de esas con cara de porcelana, tan perfectas y delicadas, una Barbie, una Nancy o una de esas princesas en las que no creía pero no podía hacerlo, no estaban a la altura, eran como todas las demás, no tenían nada especial. Ella ansiaba volver a tener a su pequeña Trapitos bajo sus brazos, necesitaba sus abrazos. Sabía que una sustituta no significaría lo mismo, jamás ninguna otra podría transmitirle todos esos sentimientos y emociones. Echaba tanto de menos a su compañera de juegos.

Ahora piensa que algo de razón si había en eso de que las princesas existen, cualquiera que lo desee puede serlo solo hay que creer en ello. Ella tuvo la mejor princesa de todas su muñeca de trapo, a pesar de no ser ni la más guapa, ni tener dotes refinadas, era auténtica, era la protagonista de las fantasías de una niña.

En cuanto a eso de las mariposas… no hace mucho tiempo comprobó que, aunque nunca había confiado en ello, llegaba un momento en el que la vista se nublaba, no lo podía detener por más que lo intentaba, no era uno de esos guaperas, pero para ella era un verdadero príncipe azul.

Su historia, la que había soñado con Trapitos, comenzó a hacerse realidad y una sonrisa se dibujo en su cara pensando que al fin las cosas era como tenían que ser ahora la princesa era ella y no era la más perfecta.

Aún, a día de hoy, esos harapos que tiempo atrás la habían divertido tanto , siguen guardados en un cajón. Ahora quizás sea el momento de deshacerse de ellos, ahora que el sueño ya está cumplido, ahora que Ella y Trapitos lo han vivido.