Hay sombras que se dibujan en las paredes. Hay miles de ideas que no se desarrollan, creando lapsos de incertidumbre , no existe un único formato para recrear los procesos que se ambientan en las sienes de una mente banal. Existen una serie de circunstancias que hacen que un ambiente tenue quede expuesto a la evidencia. Al manejar títeres con cuerdas de regaliz se presume una ligera inestabilidad que da infinitas vueltas, no se percibe la diferencia entre lo humano y lo divino, todo se volatiliza en mitad de la nada, ocasionando una tergiversación de las palabras que quiero decir y todo llega a un sinsentido que se halla en algún punto de expresión recóndito, casi a punto detonarse, hasta que cuando faltan escasos segundos soy capaz de impedir que estalle, porque la aguja que guía el juicio y le hace operar,se zarandea por momentos hacia el lado de la cordura y consigo cortar el cable correcto, pero luego todo vuelve a su lugar y mi chifladura se maniefiesta de nuevo y todo el procedimiento comienza otra vez. Se formatea mi disco duro, los garabatos resurgen y todo el mundo vuelve a ser contemplativo e irreal, pero al tiempo verosímil o eso es al menos, segun mi parecer.
