Amelie:

Amelie:
"Usted tampoco podría ser una alcachofa porque incluso las hortilizas tienen corazón"

jueves, 30 de junio de 2011

Para algunos la vida es como una bolsa de gominolas, lo absurdo penetra sus seseras.

(En respuesta a: http://diariodeunaespagueti.blogspot.com/2011/06/cambiemos-el-chip.html)

¡Cuántas palabras cargadas de razón se divisan por aquí! Hay gente que gasta todos los esfuerzos posibles en transmitir lo desgraciadas que son sus vidas, que se dedican a regocijarse en sus prosperidades pero que tampoco dudan en hacerlo con sus fallos,dejando un halo de luz fosforita allá por donde pasan. Toda esta parafernalia que montan se traduce en un infierno para esas personas a las que llaman "amigos" pero que en verdad no tienen ni un ápice de serlo. Su máxima: " si se te presenta la oportunidad de indignarte por un estúpido detalle no dudes en hacerlo, no sin antes hacerlo una bola gigante para que no tenga solución porque se produce una explosión de aquel que escuchaba, de aquel que lo hacia todo mal".

Frente a este tipo de gente hay la que se caracteriza por presentar una cordura a la altura de su edad, pudiendo afrontar las circunstancias con normalidad. Aunque, con tanta influencia de esa gente que dice ser natural llega un monento en el que no se distingue que es lo que está y lo que está mal. Al final uno se cree que es el malo de la película por no haber sabido tratar una mentalidad de cinco años en un cuerpo que no le pertenece, por no darle la piruleta que se merece por ser la bondad personificada, por ser la más santa de las Santas.Todo esto sin pararse a pensar,¿ si todos los santos que dicen serlo fueran santificados que sería del mundo? pues, una fácil respuesta se puede aportar estaríamos ante un mundo de víctimas, de santos que no lo sen pero que ellos lo creen, de pastores que cuidan a su corderito. ¿ Merece la pena ser el pastor o el corderito? la verdad que ninguno de los dos.

Lo que vale la pena es ser simple, no complicarse por cosas absurdas, y aunque siempre habrá quien te lo reproche, no se puede vivir 24 horas por y para alguien porque cada uno tiene sus problemas y no tiene tiempo de pensar en esas estupideces de los demás que se pegan a uno mismo como la miel a los bordes de su tarro.
Si se me pertime dar un consejo sobre la vida, lo haré: No todo es un mundo de color de rosa, chucherías y piruletas que regalar, la vida es para disfrutarla pero sin patetismo.

Yo también opto por cambiar el chip.