Piratas del Caribe, grandes aventuras que rellenan trozos de papel en blanco, las chaladuras de Jack Sparrow.
Aladín, el rey de los ladrones haciendo trampas y a lo loco, te la cargas si no bajas, cuidado que es el príncipe Alí.
Sonrisas y Lágrimas aprendiendo a cantar do estrato de varón, re selvático animal… do re mi etc. son las herramientas para construir una canción.
Pulp Fiction by Quentin creando ambiente al estilo Black eyed peas, echando chispas.
Forest Gump, una pluma cae hasta llevar a llegar a los pies de Forest ,un entrañable ser que corriendo y jugando al Ping pong llegó a ser un grande, que cumplió sueños y las Gambas Buba le hicieron el rey. Alguien que a través de su madre nos dio el más sabio de los consejos: “la vida es como una caja de bombones nunca sabes lo que te va a tocar” y que cierto es…
La Bella y la Bestia, Se oye una canción… moraleja la belleza está en el interior, hay llegar hasta lo más profundo para conocer a una persona, hasta el corazón.
La Pantera Rosa, engañando al inspector Clousseau al son de tirin tirin tirin tirin
Amelie, la película de los sueños, la de mis sueños, donde uno se da cuenta de la importancia del disfrute de los pequeños placeres y de que lo más importante en la vida es alegrar a los demás con pequeños gestos que les hagan sonreír y de este modo serás un poco más feliz.
Ghost, demostración del más puro amor, donde se ponen en contacto los dos mundos, donde el correr peligro no importa porque él estará ahí para salvarla a pesar de no estar físicamente con ella.
Tiburón acechante con su aleta flotando sobre las aguas ¡ CUIDADO!
Titanic, me deja sin palabras… cerca, lejos, donde quiera que estés. La tragedia se hace patente tras tres intensas horas de muestras de amor, diferencia de clases, un iceberg lo destruye todo pero el recuerdo nadie es capaz de destrozarlo.
Mar adentro, negra sombra. Una canción que consigue tocar hasta la más pequeña fibra del alma, transmite tantos sentimientos, la más pura nostalgia, no apta para días melancólicos.
La vida es bella, un padre capaz de convertir la vivencia más dura de la vida junto a su hijo en un juego, en el que el ganador se lleva un maravilloso tanque. El juego parece simple pero no lo es y la imaginación se desborda para que el niño no se de cuenta de la cruel realidad.
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