Una fragilidad incierta embriaga la esencia de manera desmedida. Las sensaciones se resguardan en el cajón de los trastos viejos. Los zapatos no dejan huella debido al uso abusivo de su suela. Mentiras sobre todo y la nada, verdades sobre la nada y el todo. Una fusión de versos que describen la quimera que se ha plantado delante haciendo imposible avanzar ni siquiera un paso. Porque por mucho que digan el cambio de los factores sí altera el producto, al menos en el lenguaje de la vida.

El colorido se tornó negro.

Marionetas sin dueño en el fondo del salón. Ellas solas, sin nadie que les saque a bailar.

Situaciones inimaginables comienzan a surgir. No es fácil tomar decisiones y menos de manera precipitada. Solo hacer lo que se debe hacer, ni más ni menos.

Esto y eso que cuesta pensar. Jamás se para uno a pensar que la tinta indeleble podría dejarse difuminar con el paso de los años, no hay planteamientos ciertos sin antes haber sido inciertos. No por mucho que lo digan las cosas dejarán de ser relativas, la causalidad existe pero la casualidad también. Tú lo sabes tan bien como yo.